MARRAKECH, MARUECOS
pierde un ápice del encanto que la caracteriza.
Ciudad mágica donde las haya, ha sabido conservar la esencia tradicional, con
sus palacios, mercados, jardines y mezquitas, a la vez que se convertía en una
urbe moderna y abierta al mundo. Entre sus visitas obligadas destacan la medina
y la plaza de Jemaa El Fna, los Jardines Majorelle, el impresionante palmeral o
la Menara.
Nombre original en bereber tamurt Akkuc, lit. «Tierra de
Dios»; en árabe, pronunciado coloquialmente; en castellano
antiguo: Marruecos, escrito en grafía francesa Marraquech) es una de las
ciudades más importantes de Marruecos. Cuenta con 1, 545,541 habitantes y está
al sur del país, al pie del Atlas, a 466 msnm de altura. Posee numerosos
monumentos patrimonio de la Humanidad, lo que la convierte en el principal
atractivo turístico del país.
Es, junto a Mequinez, Fez y Rabat, una de las cuatro ciudades
imperiales de Marruecos. Fue fundada en 1062 por los almorávides y fue la
capital del Imperio islámico. La ciudad posee el mercado tradicional (suq) más
grande del país y una de las plazas más concurridas de África y del mundo,
Djemaa el Fna. En la plaza se citan acróbatas, cuenta-cuentos, vendedores de agua,
bailarines y músicos. Por la noche, la plaza se llena de puestos de comida,
convirtiéndose en un gran restaurante al aire libre.
Lugares de
interés
Panorámica
de la Plaza Yemaa el Fna
Mezquita Cutubiá
Aeropuerto de Menara
Jardines de la menara
Jardín Morelle
Palacio de la Bahia
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